URSS 2.0
Vladimir Putin está desatado. Después de probar las mieles del éxito tras la escisión de la península de Crimea, muchos analistas coinciden en que no se va a contentar con recuperar un territorio estratégico para la entrada al Mediterráneo.
Y una vez vista la reacción internacional, yo también empiezo a dudar en que se vaya a detener ahora. Mientras EEUU, autoproclamado adalid del mundo libre, erigiéndose como juez, jurado y verdugo en cualquier conflicto en el que tenga intereses creados sigue pensando en medidas cautelares contra Rusia, estos últimos continúan acumulando efectivos militares en la frontera al mismo tiempo que movilizan a sus agentes del GRU (servicios de inteligencia militar) y sobornan a simpatizantes de la causa pro-rusa residentes en Ucrania para que vayan comenzando con los disturbios civiles que acabarán desencadenando en una intervención rusa con resultados anexionistas.
Si bien la comunidad internacional no parece que vaya a hacer nada al respecto, y con esto no estoy diciendo que todo hijo vecino empiece a discutir sobre quién tiene el misil más grande, porque lo último que faltaba es que Kim Jung-un quiera un poco protagonismo y haga alguna de las suyas, los que sí que veo con posibilidades más reales de no quedarse de brazos cruzados son los tártaros, grupo étnico de orígen turco residente en Crimea, que a buen seguro siguen teniendo presente las atrocidades perpetradas por Stalin contra ellos tras la 2ª Guerra Mundial y no sería de extrañar que vean a Vladimir como la reencarnación de Iósif.
Interesante noticia Javier!